Fin de año. Sí, seguro que a vos también se te pasó este año en un abrir y cerrar de ojos. Bueno, quien dice fin de año, dice fiestas y dice momentos de cierre, ¿no? Esos momentos en donde ponemos un freno y empezamos a mirar para atrás y a analizar. Ese momento llegó también para tu emprendimiento. Hacer un análisis de todos los eventos que ocurrieron este año te a va a permitir visualizar claramente todo lo que hiciste bien y todo lo que no hiciste tan bien para poder enfocarte a futuro. Así que frenemos, recopilemos y empecemos a hacer un análisis de todo lo que pasó en estos últimos meses porque para empezar un nuevo año renovado, primero tenemos que cerrar este.
Lo esencial de la cuestión
Si te digo “análisis”, estoy segura de que lo primero que se te viene a la mente son los números. Si bien esto es algo que hacés todos los meses, el análisis de fin de año es el más importante porque es tu análisis global. Ahí es donde ves todo el panorama completo y de donde surgen los nuevos objetivos y la información para tomar decisiones.
Ahora bien, ya tenés los números parciales, así que solo te resta analizar el conjunto. Revisá tus números partiendo de estas sugerencias (vos podés incluir más, claro):
Cuáles fueron tus costos variables y tus costos fijos
Cuánto fue el monto de tus ventas brutas y netas (promociones, descuentos, devoluciones)
Qué costos inesperados te surgieron (si tuviste alguno)
Cuánto invertiste en publicidades en redes sociales o en otro medio, por ejemplo, en cursos de capacitación, productos que necesitabas para tu local, diseño o redacción de tu web o tienda online, etc.
Cuál fue la ganancia/pérdida
Tu emprendimiento no es solo números
Un emprendimiento no es solo números y ganancias (o pérdidas). Mirá más allá de las tablas contables. Observá el comportamiento de tus clientes. Ya en nuestro artículo Tu local virtual te habíamos dicho que todo se puede medir y que esa información es muy valiosa para tu emprendimiento. Saber cuántas personas ven o siguen el perfil de tu red social o ingresan a tu tienda, qué productos consultan con mayor frecuencia, en qué parte del proceso de compra demoraron más o simplemente abandonaron la compra, etc.; todo es información que también tenés que analizar para lograr el objetivo principal de tu emprendimiento, que es, sin más ni menos, concretar la venta.
En definitiva, tenés que ponerte en modo Sherlock Holmes e investigar. Necesitás saber qué es lo que más les interesa a tus clientes. Fijate qué publicaciones tuvieron más likes, qué productos de todos los que ofrecés son los que más les gustaron, por cuáles productos recibiste más consultas y con cuáles concretaste más ventas (esto también te lleva a analizar tus proveedores, si tenés más de uno).
Analizá también qué aspectos de tu negocio son los más valorados por tus clientes y cuáles son los puntos que te sugieren corregir. Usá las encuestas de satisfacción de cliente, preguntá directamente, pedí sus comentarios y tomá nota de lo que te dicen. No dejes escapar ningún detalle. No olvides que ellos son la clave que te ayuda a decidir cómo tenés que recorrer el camino de tu negocio.
No solo lo externo es lo que importa
Sí, vos mismo. Sos el motor de tu emprendimiento, quien lo lleva adelante sin importar las circunstancias, el que cae y se levanta, el que apuesta y pone todo su esfuerzo. ¿No te parece que también tenés que analizar este aspecto?
Este también es momento de conectarte con vos mismo y analizar qué cosas estás disfrutando y cuáles no tanto de este camino que estás recorriendo. Preguntate qué es lo que más te funcionó de todo lo que hiciste en relación con tus clientes y tus proveedores (no olvides tu equipo de trabajo, si tenés uno); qué hiciste que te dio los frutos que esperabas y qué no te dio resultado; qué hiciste este año que te llenó de satisfacción y energía, y qué cosas te trajeron dolores de cabeza; cuáles de los objetivos que te propusiste lograste alcanzar y cuáles no; qué cosas de las que estás haciendo hoy te surgen de forma natural, disfrutás y renuevan tu energía para seguir adelante, y cuáles te implican un esfuerzo o te quitan energía. Preguntate “¿Estoy dispuesto a seguir haciendo este esfuerzo o puedo, por ejemplo, delegar esta actividad que me quita energía?” Todas las respuestas a estas preguntas te van a ayudar a enfocarte en lo que realmente querés para vos y tu negocio el próximo año, sin desperdiciar recursos, tiempo y, sobre todo, energía. No olvides que un motor sin combustible no lleva a ningún lado.
Lo importante después de todo este análisis es que, sin importar cuáles sean los resultados, te mantengas con la mente en positivo y sigas avanzando hacia tus objetivos. Si te habías planteado uno y no lograste alcanzarlo este año, replantealo para el año que viene, quizás en metas más pequeñas que te permitan alcanzar ese objetivo más grande, pero no desistas solo porque no lo lograste hoy.
Recordá que vos podés lograr todo lo que te propongas.
Sí, vos.
¡Muy buen cierre de año!
Te deseamos muchos más objetivos por alcanzar, buenos resultados y que tu sueño siga brillando.
Autora: Lau Mathier
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